Cuidados de la Piel en el Embarazo y Posparto
Durante el embarazo y el posparto, la piel experimenta numerosos cambios debido a las fluctuaciones hormonales, el aumento de peso y el estiramiento de los tejidos. Es fundamental adoptar una rutina de cuidado de la piel adecuada para mantenerla saludable y reducir los posibles efectos secundarios que pueden surgir en estas etapas. Aquí tienes algunas recomendaciones clave para el cuidado de la piel durante el embarazo y el posparto:
Hidratación profunda y prevención de estrías
El estiramiento de la piel, especialmente en el abdomen, senos y caderas, puede causar estrías. Para prevenirlas o minimizarlas:
- Aplica cremas o aceites hidratantes ricos en vitamina E, rosa mosqueta, manteca de karité o ácido hialurónico. Estos ingredientes mejoran la elasticidad de la piel. Prioriza cremas naturales 100%, recuerda que lo que apliques en tu piel, también le llega a tu bebé.
- Lo ideal es aplicar las cremas dos veces al día, especialmente después de la ducha cuando la piel está más receptiva. Modera la temperatura del agua de la ducha, no la pongas excesivamente caliente. Además de en la barriguita, aplícalo también en senos, muslos y zona lumbar.
- Bebe suficiente agua, ya que la hidratación interna es clave para mantener la elasticidad de la piel.
Protección solar
El aumento de la producción de melanina durante el embarazo puede hacer que algunas zonas de la piel se oscurezcan, como la línea alba (en el abdomen), los pezones y las axilas. En la mayoría de los casos, estos cambios son temporales y se reducen después del parto.
- No es necesario un tratamiento específico para estas manchas, pero puedes continuar con el uso de protector solar y cremas despigmentantes suaves en el posparto, previa consulta con un dermatólogo.
Durante el embarazo, muchas mujeres desarrollan una condición conocida como melasma o "paño", caracterizada por manchas oscuras en la piel, especialmente en cara (frente, mejillas y labio superior).
- Usa un protector solar de amplio espectro (SPF 30 o más) todos los días, incluso si no vas a salir de casa. La radiación solar atraviesa ventanas y puede empeorar las manchas. Pero usa un filtro físico, evita el filtro químico.
- Evita la exposición directa al sol y, si sales, usa un sombrero de ala ancha o gorra.
¡Cuidado con los ingredientes activos!
Algunos productos cosméticos y de tratamiento de la piel contienen ingredientes que pueden ser perjudiciales durante el embarazo:
- Evita el uso de productos con retinol, ácido salicílico en concentraciones altas, hidroquinona o cualquier otro derivado de la vitamina A. Estos ingredientes pueden ser absorbidos por la piel y afectar al feto.
- Opta por alternativas más suaves como el ácido láctico o niacinamida para tratar el acné o manchas. Puedes consultar a tu dermatólogo lo que sea más adecuado para ti.
Lunares en el embarazo
Durante el embarazo, además de los cambios comunes en la piel como las estrías y el melasma, también es posible notar alteraciones en los lunares y la aparición de verrugas. Estos cambios son normales y están relacionados con las fluctuaciones hormonales y el estiramiento de la piel. Estos cambios pueden incluir:
- Aumento del tamaño o cambio de forma de los lunares existentes, especialmente en zonas donde la piel se estira, como el abdomen y los senos.
- Los lunares también pueden volverse más oscuros debido a un aumento en la producción de melanina, el pigmento responsable del color de la piel.
¿Cuándo preocuparse?
Aunque la mayoría de los cambios en los lunares durante el embarazo son benignos, es importante estar atenta a ciertos signos que pueden requerir la consulta con un dermatólogo:
- Cambio drástico en la forma, bordes irregulares o crecimiento rápido.
- Sangrado o picazón en un lunar.
- Colores desiguales en el mismo lunar (si desarrolla múltiples tonos).
Si notas alguno de estos cambios, es recomendable acudir a un especialista.
Verrugas en el embarazo
Las verrugas son pequeños crecimientos en la piel que pueden aparecer o aumentar durante el embarazo. Estas pueden ser de dos tipos:
- Verrugas comunes, que suelen ser causadas por el virus del papiloma humano (VPH), pueden aumentar en número o tamaño debido al sistema inmunológico debilitado durante el embarazo.
- Acrocordones (también conocidos como papilomas cutáneos), que son pequeñas verrugas blandas que pueden aparecer en zonas de fricción, como el cuello, las axilas, debajo de los senos o en el área de la ingle. Son benignas y se producen debido al aumento de hormonas y la fricción en la piel.
Tratamiento de las verrugas
En la mayoría de los casos, las verrugas que aparecen durante el embarazo son inofensivas y pueden desaparecer por sí solas después del parto. Sin embargo, si resultan molestas o incómodas, se pueden tratar de manera segura, pero siempre bajo la supervisión de un médico. Algunos puntos clave sobre el tratamiento:
- Evita tratamientos caseros o productos para eliminar verrugas que no estén aprobados por tu médico, ya que algunos pueden no ser seguros durante el embarazo.
- Si es necesario eliminarlas, los dermatólogos suelen optar por tratamientos seguros como la crioterapia (congelación), corte sencillo o técnicas láser que no afecten al embarazo.
- Mantén la piel limpia y seca, especialmente en áreas de fricción donde suelen aparecer los acrocordones.
Tratar el acné hormonal
Debido al aumento de las hormonas, algunas mujeres experimentan brotes de acné durante el embarazo:
- Usa limpiadores suaves y productos no comedogénicos, que no obstruyan los poros.
- El peróxido de benzoilo en bajas concentraciones y el ácido azelaico son opciones seguras para tratar el acné durante el embarazo.
- Evita tratamientos agresivos como exfoliaciones fuertes o productos demasiado abrasivos.
- Consulta siempre con tu dermatólogo.
5. Cuidados posparto
Después del parto, el cuerpo sigue pasando por muchos cambios. Aunque los niveles hormonales se estabilizan, es importante seguir cuidando la piel:
- Continúa hidratando la piel para ayudar a la recuperación de la elasticidad y prevenir la aparición de estrías adicionales mientras el cuerpo vuelve a su estado anterior. Usa los mismos principios que en el embarazo.
- Las manchas, línea alba y el melasma pueden tardar en desaparecer, por lo que el uso constante de protector solar sigue siendo clave.
- El cuidado de cicatrices es esencial, especialmente si hubo una cesárea. Mantén la zona limpia, hidratada y protegida del sol para evitar la hiperpigmentación.
Prioriza el descanso y la alimentación
El sueño es fundamental para la regeneración celular de la piel, pero con una buena barriguita creciendo a marchas forzadas o un bebé recién nacido puede ser difícil obtener suficiente descanso. Aquí te hablamos un poco de esto.
Aunque el sueño es esencial, también es importante llevar una alimentación rica en antioxidantes, vitaminas A y C, y grasas saludables, que ayudan a mantener la piel nutrida y luminosa. Aquí te hablo sobre la alimentación saludable.
Consulta con un dermatólogo
Si tienes preocupaciones específicas sobre tu piel durante el embarazo o posparto, como manchas persistentes, acné severo o cicatrices que no mejoran, es importante consultar con un dermatólogo especializado en dermatología maternal. Ellos podrán sugerirte tratamientos personalizados y seguros para tu situación.
En resumen, cuidar la piel durante el embarazo y el posparto requiere una rutina enfocada en la hidratación, la protección solar y el uso de productos seguros. Con estos cuidados, es posible mantener una piel saludable y minimizar los efectos secundarios de los cambios hormonales y físicos del embarazo.